
Perderse sin perder de vista lo que mueve el trabajo. “los verdaderos Paraísos son los Paraísos Perdidos”.
Estimular, provocar, pelear. A dónde nos va a llevar esto?
“Dios vomita a los mediocres”.
Los pedidos de disculpas, las justificaciones al mismo tiempo serias y al mismo tiempo tontas. Nueva crisis. Una nueva y bella crisis. Más aguda, más intolerante y también más transformadora.
Será que estoy dando lo mejor de mi para este ejercicio de convivencia?
Ensayar es ir en la dirección del otro, yendo simultáneamente en dirección a uno mismo. Quién me va a salvar de mí?
El cansancio de un proceso tal vez demasiado largo. El desgaste en las relaciones. La necesidad de los resultados, conclusiones, síntesis, cortes. La sangre de los cortes a ultimo momento.
La sensación de que esta todo equivocado. La sensación de haber dejado crecer un error.
Tanta conciencia y fe, para que algunos meses o años después, un deseo opuesto, resucite milagrosamente, en alguna oscura idea o alguna vaga sensación.
Y nuevamente...
Entonces
El verbo se hará carne.
Por Antonio Araujo- Director del Teatro del Vértigo
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