jueves, 18 de septiembre de 2008

De Lucía Katz a Javier Alfonso

Este es un mail personal y des estructurado que Lucía- una espectadora que fue a ver obscena- le envió a el crítico de Búsqueda Javier Alfonso. Él nos remitió sus comentarios y con el permiso de ella es que los publicamos, que los disfruten tanto como nosotros. Abrazo


Hola Javi, cómo andás?,

Ahora que ya pasaron varios días desde que vi la obra, y que decantó
el impacto inicial, y después de ver el material que te da la idea de
todo el trabajo, la lectura y el tiempo que antecede a la puesta en
escena; ahora sí puedo pensar un poco.

Fue raro desde el inicio, porque el mismo director y escritores te
acompañan hasta las gradas, te muestran el camino en lo oscuro, te dan
una linterna, la manta, "esto se siente cálido" sentía yo, y me sentía
como en los campamentos del club de chica, cuando los líderes iban a
proponer un juego o una dinámica, la expectativa, la reticencia a
aceptar formar parte de algo que una no sabe que es.. pero igual me
arriesgo, "che, esto está bueno, se siente diferente, no?, estará
bueno?" yo pensaba... y la obra ni siquiera había empezado... o si?...

Luego Calderón se para frente a los espectadores, y realiza una
especie de discurso, lo que podría pensarse como una introducción o un
prólogo, pero de introducción y prólogo no tiene nada... parecía un
comandante en jefe al frente de su tropa, dando la cara, y respaldando
a su ejército: "la guerra va a empezar y yo me hago cargo, en este
galpón no hay lugar para los débiles, quien quiera retirarse puede
hacerlo", y yo pensaba "la mierda, ¿ya empezó la obra?, la mierda, y si
no empezó por qué tanta advertencia ¿a qué me están invitando a formar
parte?". A continuación este tipo pide que no aplaudan, "nene!!!, qué
decís?, yo aplaudo si yo quiero, ta?" pensaba yo...,lo obsceno ya había
entrado en escena, me cambiaron las reglas del juego, me estaba
resistiendo a la primera violación de la que estaba siendo objeto "a mí
nadie me dice lo que tengo que hacer, ta?"..., pero una acepta la
propuesta y dice "bueno, no puede ser para tanto"... lo único
predecible que es el aplauso del público lo quitaron del propio teatro,
lo ponen por fuera de la escena, ahora lo Obsceno es el aplaudir.

La obra habría que verla como cinco veces para poder captarlo todo,
las historias simultáneas hacen que pierdas el hilo, y ni te cuento los
vómitos de sangre, la mierda, las pajas, las mamadas, la rusa, la
violación, los golpes (me animo a decir que más de una cachetada fue de
verdad, o les salió muy bien); "el pene ¿es de verdad?" me preguntaba
yo sintiendo vergüenza de que mi única preocupación en ese momento, a
pesar de haber más de diez actores en escena, era si el actor se animó
a pelar en serio, y con esa sensación de "no quiero ver" pero sólo
atener a ponerme las manos en las orejas (la excitación sexual, el
asco, el miedo a que alguien que querés se muera)... y ahora en acto
una, vivencia (en público) cómo lo prohibido te captura, lo que se
supone privado te captura, el placer corporal, el asco, el dolor, los
olores (viste cuando al personaje que se le muere la hermana hace una
descripción de los olores), está todo apoyado en lo perceptual, en los
sentidos, pero saturado... y acá algo de psicoanálisis: te acordás
cuando me dijiste que en teatro uno hace un ejercicio distinto porque
por ejemplo en un escenario en donde hay una mesa y una silla todo lo
demás lo tiene que poner uno, ese "relleno" que hace uno es lo
Imaginario, es pura proyección... alguna vez te pasó de ver en directo
o en una foto a alguien a quien sólo le conocías la voz ya sea en
música o en la radio, y sentir una decepción tremenda y pensar "pero
este no es, no puede ser", esa decepción es la distancia que existe
entre la imagen que uno proyectó de esa persona y lo que la persona en
realidad es, lo Imaginario tiene la cualidad de totalizar, lo
imaginario puede ser visual, sonoro, un olor, lo imaginario puede tomar
la parte por el todo, satura, uno asume por el timbre de voz de
alguien que ese alguien es morocho, gordo y con bigote.
Lo Imaginario se anuda con lo Simbólico que implica a la función de la
palabra, al ser hablado por la palabra, es el lugar donde se puede
ubicar la diferencia, la oposición, la palabra permite poner distancia,
es reversible, y es desde donde no se totaliza, se va al rasgo, a la
parte.
Finalmente está lo Real, por definición, lo que no cesa de no
inscribirse, lo irrepresentable psíquicamente, llevado a un extremo: la
muerte, se supone que no existe representación psíquica de la muerte,
pues si se está vivo es porque nunca se murió, no hay forma de
inscribirlo psíquicamente (hay una frase de Paul McCartney que leí al
principio de una Mafalda que siempre me llamó la atención: "Juro que no
morí" me descoloca esa frase, es una tautología, decir lo opuesto es un
imposible).

Por qué todo este popurrí lacaniano?, creo que la ausencia de palabra
(simbólico) que acote, que ponga tope a la saturación perceptiva hace
al impacto y a la violencia que se siente al final de la obra, es que
una se queda sin palabras, no hay nada que tramite lo que se mostró, y
lo que se mostró que se supone obsceno viene dado desde afuera, supera
a la propia imaginación, porque se muestra lo que uno a veces ni
siquiera se atreve a imaginar, a proyectar...lo que supuestamente debía
quedar por fuera (lo Real) por su carácter "traumático" lo traen a
escena sin anestesia... si bien al final los actores se acercan en la
oscuridad con una linterna a preguntarte si querés hacer alguna
pregunta o comentario no hay tiempo real aún que te permita poner
palabras, es parecido a una nota de Crónica TV en donde el periodista
le pregunta a una mujer que acaba de ser atropellada por un tren "y
usted cómo se siente?"...

Pero cómo cuernos se hace para que todo esto no sea una exposición
gratuita?, al estilo de Hostel, en donde te exponen a tolerar lo
intolerable, porque esto para mí suena a otra cosa, el terrorismo de
Estado, la caca, la muerte, el sexo, la menstruación, a puerta cerrada
al menos, lo conocemos todos, lo curioso (y habría que estudiarlo un
poco) es por qué son estas las cosas que culturalmente elegimos dejar
por fuera y no otras.

Lo otro que me tiene mareada también es esto de una obra de teatro en
donde (como las historias se despliegan simultáneamente) una tiene que
elegir que ver y que no ver (es decir generar internamente las propias
obscenidades), y a su vez ( en las segunda y tercera) están
representando la primer historia, están eligiendo qué y cómo van a
mostrar el libro rojo, es como esas matriushkas rusas (se escribe así?
mi ruso no es muy bueno), se repite una cosa dentro de la otra
infinitamente, como la lata del polvo de hornear Royal o del pulidor
Bao. Una historia que se mete dentro de otra historia, y una desde las
gradas viendo como representan varias representaciones, se hace
infinito, pero hacia adentro.
Como paralelismo psicológico: uno cuando habla no habla, cuando hace
silencio no calla, sino que es hablado por el lenguaje y por lo
silenciado, uno siempre dice mucho más de lo que cree estar diciendo, y
las generaciones anteriores (padres, abuelos, bisabuelos) también son
habladas a través de lo que uno dice y no dice, la cuestión está en el
cómo, y creo que eso es lo que trae la obra.

El hecho de que las tres historias pasen con diez años de diferencia
hacen de las circunstancias lo paradigmático de cada década, y la
dictadura en lo setenta, mujeres en lo noventa, y porno a fines de los
noventa (no me acuerdo bien de los años), lo que en cada período debe
quedar puertas adentro es distinto, en psicoanálisis se diría lo No
Dicho, o Lo Negativo, lo que se hace presente pero con un signo de
menos (-), algo que está, que afecta, pero se hace como si no.

Las diferencias entre las tres historias:
Haciendo un paralelismo musical una vez escuché a alguien en la radio
decir que los noventa comenzaron con Nirvana cantando Smells like a
teen spirit y terminaron con Ricky Martin cantando Livin?la vida Loca;
y si uno piensa en la década del 70 Led Zeppelin, Santana o Lazaroff
(igual se tuvieron que morfar toda la música disco, no sé que tanto
llagó a Uruguay igual). ¡Ay, todo tiempo pasado fue mejor!
(envejecí treinta años con ese comentario).
Haciendo un paralelismo con literatura una vez en el History Channel
vi un documental (que le faltaba un poco de afinación pero que no era
tan facho) en donde contaban las circunstancias en que Cervantes se le
había ocurrido escribir El Quijote, parece que en ese momento abundaban
en la literatura cuentos pedorros de caballeros heroicos y su
preocupación era como estos cuentos estupidizaban a la gente, entonces
crea a este personaje que quedó tarado por leer tantos cuentos
estúpidos como crítica y advertencia acerca de la literatura de su
época. Ahora siglos después la preocupación continúa...reality shows,
Bailando por un caño o Rial hablando con toda seriedad ( como si se
tratara de encontrar la cura contra el Cáncer) acerca de las peleas de
qué se yo con qué se quién (me sé algunos nombres pero no los voy a
decir, me resulta obsceno mencionarlos).

Lo diferente está en el tratamiento que le dan en cada historia al
libro rojo, lo que en la primera historia podría ser un libro que
denuncia un crimen, violencia familiar, el terrorismo de Estado (qué se
yo?), en la segunda historia se destierra al libro de las
circunstancias y se habla de una violación, sexo genital y sometedor, y
se mezclan la representación a través de la obra teatral que ensayan y
lo no representado a través de la hermana que está muriendo, ella sí
toma el libro en toda su dimensión, pero esto no entra dentro del
ensayo sino que irrumpe cuando la hermana no puede seguir ensayando. En
la tercer historia literalmente se van al carajo con el libro rojo, un
milico que viene de la guerra a salvar un gatito?, todo en función de
mostrar una escena porno, el argumento no importa (te acordás de cuando
hablamos de las películas porno de la adolescencia que decíamos esto
mismo), hay que mostrarle sexo a la cámara, el lugar del libro se va
trivializando, llega un momento en que no importa.

Las semejanzas de las tres historias:
El discurso acerca del dominante y el dominado, quién tiene el poder?

Mujeres que no pueden hacer nada, salvo observar; hombres que pueden
hacerlo todo.
Las mujeres en la primera historia son una parapléjica, que se queda
en casa, que está imposibilitada de moverse, una empleada doméstica que
limpia, que observa, está solo como testigo escribiendo un libro.
Quienes ostentan el poder son los hombres, milicos, someten, matan,
golpean, violan. Acá lo real está más presente, la muerte se da por
asesinato,(sobre el final los milicos esconden un cuerpo bajo la
escalera), la inamovilidad de la mujer es real, está en una silla de
ruedas, y el hombre no es tan hombre porque quiere violarse al otro
milico en el baño. Se siente más crudo porque es un ámbito doméstico,
entre familia, y el poder viene dado desde las armas, desde el propio
Estado, quien domina tiene el poder total y quien es dominada esta
literalmente imposibilitada de moverse, no puede hacer nada. La vía de
escape en la historia es la mucama, la historia trasciende porque ella
observa y escribe un libro.

Mujeres uqe se las arreglan solas.
En la segunda historia son todas mujeres, incluso cuando hay que
asumir el lugar de un hombre en la obra que están ensayando lo hacen
las mujeres, da para pensar en todos los cuestionamientos que trae la
Teoría del Género, lo masculino y lo femenino como construcción social,
y como la cultura construye lo que es ser una mujer y un hombre en cada
cultura. Sobre todo en los noventa comienzan los cuestionamientos
acerca de qué es ser hombre y qué es ser mujer, (que nacer mujer u
hombre hoy no es lo mismo que antes, y desde que la mujer sale al
mercado laboral y puede ser proveedora el lugar del hombre en la
cultura queda cuestionado, y se genera esta ilusión de mujer
autosuficiente que no necesita del hombre, puede ganar su propio
dinero, puede tener hijos con inseminación artificial, puede tener sexo
con un consolador, bla, bla, bla). Sin embargo lo masculino y lo
femenino se hacen presente, la actriz toma el pene de plástico por la
fuerza, lo quiere para ella, y grita algo así como que "el hombre hace
lo que quiere porque tiene el poder" y viola a su víctima. Se mantiene
el discurso de que alguien tiene que dominar (quien tiene el pene) y
alguien tiene que ser dominado.
Acá los juegos dominador-dominado están mediatizados porque lo que
ellas hacen es representarlo en una obra de teatro, lo que irrumpe como
real es la muerte de la hermana, que detiene todo, el ensayo no puede
continuar, la pérdida irreversible se hace presente y ella no puede
seguir con la representación.

Hombres que son dominados por mujeres.
En la tercera historia el hombre está impotente, no puede tener una
erección, no puede ejercer su lugar masculino, quien logra hacer que
tenga la erección es la gran estrella porno, la mujer es quien ostenta
el poder es ella quien seduce y domina la situación. Pero está todo al
servicio de ser filmado, lo hacen para la cámara, "con amor" reclama la
directora, es como si reclamara lo imposible, hacer entrar al amor en
la película, y por algo el tipo no tiene una erección al principio.
Si no se filma no existe, y lo que irrumpe es que la cámara no filmó,
la escena deja de ser tal porque no quedó grabada. La muerte viene por
la ausencia del registro mediático, sino está en la tele no existe.

Tres historias contadas en el 2008, lo estético, la forma en que está
presentada, el manejo de los tiempos hacen difícil recomendar esto a
alguien que no fue criado en tiempos de la televisión. De todas formas
por fin le encontré sentido a todo ese tiempo que pasé frente a la tele
a pesar de las objeciones de mis padres, hay que ver el vaso medio
lleno, por lo menos no me pasó como a un(a) espectador(a), no sé quién,
que le agarró un ataque de tos en medio de la obra y la tuvieron que
retirar de las gradas, incluso después de uqe la llevaron para atrás
seguía tosiendo, estaba atragantada, hay cosas que hay que expulsar
hacia afuera, se ve que no se tragó la obra...

Ya me cansé, espero no haberte aburrido... por lo menos escribir esto
me acortó la tarde del domingo...,
Un beso.

Lucia.

No hay comentarios:

 
clasificados