
Caótico y fascinante
Recomendado | Bernadette Laitano
Aunque la cartelera montevideana sea profusa en estrenos teatrales, lamentablemente pocos son recomendables con real entusiasmo, casi hasta con ánimos de obligar a los lectores a no perderse la propuesta. No tanto por suerte sino por mérito de parte de sus creadores, Obscena es un título que no hay que dejar pasar de los estrenos de 2008.
Tres historias son presentadas al mismo tiempo, pero cada una sucede con diferencia de 10 años (ficcionalmente hablando). La primera, violenta, se desarrolla en 1978. Luego sigue la escatológica (1988) y a continuación la pornográfica (1998). Las dos últimas son versiones distorsionadas (realmente muy deformadas) de la primera, en la que se presenta a un matrimonio, él militar y ella en silla de ruedas. No hay tragedia, no hay comedia, sí hay una mirada por encima del hombro hacia el pudor, con diferentes filtros que pueden ser el humor negro, rosa, o grotesco y, por qué no, bizarro (no en la definición que da la Real Academia Española, de valiente, sino en su deformación que remite a algo extraño, inesperado, no acorde a la realidad). Hay provocación constante hacia el espectador y su pudor. Uno puede horrorizarse ante lo que está presenciando, pero al mismo tiempo no puede dejar de sonreir (¿sádicamente?) y de mirar. Sobre todo observar porque, aunque los ojos no puedan abarcarlo todo, uno quiere observar todo, no perderse ningún detalle, así que atiende por segundos (o milésimas de segundos) la masturbación de uno de los personajes en el baño -cámara en mano y vista en pantalla gigante, la filmación de una escena pornográfica, la muerte de una paciente terminal o una violación. Al final, queda una sensación de que lo que uno vio no es lo mismo que lo que vio la persona de al lado. El espectador es quien decide qué mirar, cuándo y por cuánto tiempo, o no mirar, por supuesto. Los actores estarán en escena seduciéndolos. En ese sentido, no hay que obviar el equilibrio logrado por los tres dramaturgos -al mismo tiempo orquestados por Gabriel Calderón- y el elenco para que una historia no pese más que las otras (igual, las preferencias personales hacen su elección/selección).
Es teatro joven. Quienes son asiduos, no deberían perdérselo. Pero, sobre todo, deberían ir los que reniegan del teatro con la excusa gastada del acartonamiento de los actores. En Montevideo sí hay acartonamiento, pero las generaciones se renuevan, ya lo están haciendo.
Datos de la obra
obra: Obscena
dramaturgia: Gabriel Calderón, Luciana Lagisquet, Alejandro Gayvoronsky y Santiago Sanguinetti
dirección general: Gabriel Calderón
elenco: Cuarta generación de egresados del Instituto de Actuación de Montevideo (IAM).
teatro: Espacio Palermo (Isla de flores 1627 y Minas).
días y horarios: Sábados y domingos a las 22
entradas: $120 (Tarjeta Joven, $100)
Una obra violenta, la de 1978. Una escatológica, la que sucedió en 1988. Otra pornográfica, la de 1998. Todas se muestran en 2008. Todas suceden al mismo tiempo, en el sentido más directo de la simultaneidad. Elija su propia aventura.